Ha llegado la Navidad.
En estos días,
el recuerdo más sublime es el nacimiento de Jesús.
No hay amor más grande, no hay condescendencia más inexplicable.
Jesús llega a esta tierra con el fin de salvar a los perdidos, a los alejados de su gracia, a los estafados por el pecado.
¡Muchas gracias, querido Jesús, por venir a este mundo!
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