Esta fiesta señala el encuentro de Dios con el hombre en su hábitat. Así como visitó a Adán en el Edén, en navidad, vino a encontrarse con nosotros para decirnos que sigue comprometido con su creación; con vos y conmigo, para cumplir su propósito, “para que tengamos vida abundante".
Vino, nació, vivió, murió y resucitó a favor de la humanidad. Y ahora, según su promesa, volverá a buscarnos para que donde Jesús está, nosotros también estemos; por siempre.
¡Cuánto tenemos para agradecer! En lo personal, no dejo de hacerlo; Dios es todo.
Pero también doy gracias a cada uno de ustedes, a cada miembro de la iglesia que me permitió formar parte de la familia adventista.
Unidos por su Espíritu, sigamos animándonos con la esperanza del pronto encuentro con nuestro Salvador.
Dios te guarde; sigo a tu servicio.
Con cariño,
Daniel Vázquez, tu pastor.
Con cariño,
Daniel Vázquez, tu pastor.
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