Hay un espíritu que debe reinar en Navidad, es el de dar, el de
ofrecer, el de negarse a sí mismo por el bien de los demás
"Porque de tal
manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquél que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna."
(S. Juan 3:16)
Sí; tal fue el amor de Dios, que dio. Dar fue la mayor manifestación de
Dios hacia el ser humano. Dio lo más valioso que tenía: su propio Hijo.
El espíritu de la Navidad es dar, porque
"más bienaventurado es
dar que recibir" (Hechos 20:35).
El espíritu de la Navidad es dar. El espíritu de la Navidad es ofrecer,
regalar.
Pero ¿qué clase de regalo?
Jesucristo, el Salvador del mundo, es el mayor regalo que podemos
recibir y también dar en esta Navidad. No gastes energías en vano.
En esta Navidad puedes recibir a Jesús
en tu corazón y compartirlo con tus seres queridos.
(Tomado del Boletín de la Iglesia de Barrio América)
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