PANEL:
Contextos: Histórico, filosófico, psicológico,
educacional, sociológico y teológico
Dres. Juan Carlos
Priora, Raúl Kerbs, Mario Pereyra, René Rogelio Smith, Carlos Humberto Cerdá,
Carmelo Martínes.
Coordinador: Mag. Favio Albarenque
PRESENTACIÓN del LIBRO
Coordina: Lic. Edith Soriano, Directora Editorial UAP
Dialoga con el
autor: Dr. Carmelo Martínes
Las presuposiciones filosóficas de la teología
cristiana: desde los presocráticos al protestantismo. Libertador San Martín (Entre Ríos): Editorial
Universidad Adventista del Plata, 2014 (682 págs. 15 x 23 cms.).
Raúl Kerbs
Doctor en filosofía
por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, enseña filosofía en la
Universidad Adventista del Plata, Argentina.
La
filosofía no es la razón sin fe; y la Biblia no es la fe sin la razón. Tanto la
filosofía como la Biblia son productos de la mente, los cuales, para ser
producidos, requirieron –como cualquier otro producto de la mente– dar por
supuestas ciertas ideas que no se ponen en discusión sino que constituyen
aquello de lo que se parte y que ya no se puede discutir. La obra estudia los
supuestos básicos que los filósofos griegos dieron por sentados para producir
sus teorías filosóficas. También estudia los supuestos básicos que la mente
divina da por sentados en la revelación contenida en la Biblia. Finalmente,
trata de mostrar que la interpretación de las doctrinas cristianas y la
construcción de la teología en el catolicismo y en el protestantismo no se
fundaron en los supuestos bíblicos sino en los filosóficos.
Muchas
obras han mostrado la influencia griega en el cristianismo, pero lo han hecho
al nivel de los conceptos e ideas explícitamente formuladas. La presente obra
trata de mostrar que lo que el cristianismo adoptó de la filosofía no son
algunas ideas o conceptos, sino los supuestos últimos de pensamiento, que
siempre quedaron implícitos e incuestionados. Lo que, de últimas, se trata de
sacar a la luz es que, como los grandes teólogos cristianos dieron por sentado
que la Biblia piensa de la misma manera que la filosofía, la forma en que
interpretaron las doctrinas, la Biblia, y construyeron la teología, carece
totalmente de base bíblica.