"Vino a Nazaret, donde se había criado, y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles:
Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
San Lucas 4:16-21
¡Alabado sea Dios por su fidelidad! Pues todas sus promesas hechas en el Antiguo Testamento respecto al Mesías, se han cumplido en nuestro amado Señor Jesucristo, el único nombre dado a los hombres por quien podemos ser salvos.